La costa española es incomparable. Desde la Costa Blanca hasta la Costa Dorada, pasando por la Costa de la Luz o la Costa Brava, el litoral español ofrece infinidad de rincones para disfrutar en familia del sol y la playa. Pero son pocos los que tienen en cuenta las playas desiertas, ensenadas y acantilados que ver en la Costa da Morte. Un paisaje inconfundible, señal de identidad del lugar.
La Costa da Morte ocupa el noreste de la costa gallega, especialmente dentro de los límites de la provincia de A Coruña. Comprende todo el litoral que va desde Malpica de Bergantiños hasta el Cabo Finisterre, uno de los más emblemáticos del país.
¿A qué se debe este nombre tan particular? La Costa da Morte es famosa por ser el escenario de multitud de naufragios. Frente a estas costas navega una buena parte del tráfico marítimo del Atlántico Norte y es una costa donde proliferan las tormentas y temporales durante los meses de invierno. Una zona muy escarpada donde sus habitantes están estrechamente ligados al mar.
Qué ver en la Costa da Morte
La mejor manera de descubrir todos los encantos de la Costa da Morte es hacer una ruta en coche. Podrás maravillarte con unos paisajes espectaculares, playas kilométricas y pueblos con encanto.
Cabo de Finisterre
La personalidad de la Costa da Morte está marcada por su condición de límite occidental de Europa. Desde la antigüedad, los romanos consideraron a Finisterre como el fin del mundo conocido. Hoy en día es uno de los lugares más visitados de Galicia y lugar de peregrinación.
Un lugar mítico rodeado por rocosos acantilados y la lucha constante contra el océano Atlántico. El faro, abierto al público, ofrece al visitante información de primera mano sobre la leyenda de Finisterre. ¿Sabías que también puedes dormir en su interior? El Hotel O Semáforo ofrece una alojamiento único en un marco espectacular. También vale la pena ver el Santo Cristo de Finisterre, una imagen que se encuentra en la iglesia de Santa María das Areas, o conocer la ermita de San Guillermo. Al fin y al cabo, el Cabo de Finisterre es uno de los mejores lugares donde disfrutar de la puesta del sol. Un motivo más para visitar a Costa da Morte.
Playa de Langosteira
La playa de Langosteira te dejará sin palabras. Sus 2,7 kilómetros de arena blanca, protegida de los vientos del noreste, muestra la cara más amable de la Costa da Morte. ¿Sabías que el Camino de Santiago pasa por este paraíso del norte? Una visita imprescindible.
En este precioso rincón de Galicia se encuentra una placa dedicada al escritor Camilo José Cela, ganador del Premio Novel en 1989, y el magnífico tren de dunas frente a la ría de Corcubión. Esta playa también se caracteriza por sus tranquilas y cristalinas aguas, además de la calidad de la arena. La Cruz de Baixar es el lugar ideal desde donde disfrutar de una espectacular panorámica de la playa.
Pueblo con encanto de Muxía
Pocos lugares ofrecen tanto encanto como Muxía, zona cero del desastre del Prestige. Parada obligatoria para los peregrinos y todas aquellas personas que quieran disfrutar de un pueblo con encanto.
El lugar de mayor interés turístico es el misticismo del santuario de la Virxe da Barca y sus famosas piedras milagrosas. Un objeto de culto que atrae cada año a miles de peregrinos. Es el lugar donde la Virgen llego en una barca de piedra para infundir animo al Apóstol de Santiago. Pero Muxía es mucho más. Sus tranquilas playas de la Costa da Morte, la gastronomía del mar que ofrece en sus innumerables restaurantes y lugar tan especiales como el Mercado de la Rutas del Mar son un aliciente más para conocer el lugar.
Malpica de Bergantiños
Malpica de Bergantiños es un buen lugar donde respirar el ambiente marinero de la Costa da Morte. A orillas del océano Atlántico se encuentra esta pequeña villa pesquera del siglo XIII. Un puerto ballenero donde todavía se pesca con artes tradicionales.
Se encuentra a poca distancia de las Islas Sisargas, zona protegida, y cuenta con lugares de interés como el Ecomuseo “Forno do Forte”, el Pazo Torre de Mens o el espectacular dolmen Pedra de Arca. Un pueblo famoso por encontrarse en una zona de naufragios, sus calles llenas de viento y el romper de las olas.
Cabo de Laxe
La última parada de tu ruta por la Costa da Morte, pero no menos importante, tiene que ser el Cabo de Laxe. Un saliente que forma una pequeña península y que es importante como reserva de aves. Todo ello en una zona escarpada también conocida como “de A Insua”.
Uno de los grandes atractivos del Cabo de Laxe es su faro de 11 metros de altura. Esta zona también cuenta con un mirador, obra de la artista Iría Rodríguez en honor a todos los desaparecidos en la Costa da Morte. Otro de los lugares de interés es el Paseo Marítimo de Laxe, donde podrás admirar la Iglesia de Santa María de la Atalaya o la impresionante Furna do Asno, donde el mar rompe con fuerza.
Enclaves infinitos para recorrer tranquilamente con tus amigos, tu familia o tu pareja, una ruta que permite disfrutar de todo tipo de placeres, sin olvidarnos de lo mejor de la gastronomía gallega. El tiempo en Galicia no es fácil que acompañe, y menos en la Costa da Morte, es por ello que te instamos a probar todo tipo de pescados y mariscos de gran calidad. Si eres de carne, recuerda que la ternera gallega es una de las más preciadas del país.
¿Recomendarías algún otro lugar de la Costa da Morte de Galicia? ¡Déjanos tus comentarios!
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