Como diría una guía de viaje: » Estambul no se puede describir con una sola palabra!”. De hecho, es cierto, cuando me uno pregunta cómo es Estambul, la respuesta es muy amplia. Imposible describir la ciudad más grande de Turquía con pocas palabras. Visitar Estambul resulta una experiencia caótica, multicultural, moderna, antigua, hermosa… y voy a parar aquí, pero se podría continuar. Lo que es seguro es que una escapada en Estambul es un plan ideal para un fin de semana o un puente.
La primera impresión que Estambul da a los turistas recién aterrizados en la capital turística turca es la de una ciudad caótica y llena de gente. Y la realidad es que es así: esta ciudad cuenta con más de 13 millones de habitantes, más de 4 veces los habitantes de Madrid, aunque su extensión sea tan solo 2 veces la de Madrid. Uno ya se puede imaginar la cantidad de gente que vive en Estambul. Para apreciar también otra faceta de Estambul, su cara más multicultural, deberás visitar unos barrios algo menos turísticos: Fatih, Fener y Balat. Aquí encontrarás una Estambul uno un poco diferente y fuera de las principales rutas turísticas. Pasear por el antiguo barrio judío, el barrio griego y el barrio de Malta o el más fundamentalista, visitando desde mezquitas hasta sinagogas e iglesia ortodoxas hará que te des cuenta de que Estambul es una ciudad realmente multicultural. La Mezquita de Fatih (en el barrio del mismo nombre) te da la oportunidad de visitar una mezquita menos turística que la Mezquita Azul o la Mezquita de Suleyman, con más tranquilidad y menos gente, para poder observar cada detalle. Su encanto comienza incluso antes de entrar, en el patio exterior donde están alineados todos las grifos donde los hombres deben lavarse pies, cabeza, boca y brazos antes de entrar en la mezquita (las mujeres tienen unos especiales lejos de miradas indiscretas). Antes de acceder a la Mezquita es necesario quitarse los zapatos y las mujeres deben cubrirse la cabeza y tan pronto como entras en el principal sentimiento es uno de calidez. De hecho en las mezquitas también se puede para leer o charlar cuando no hay funciones por lo que también es un poco como un centro de agregación, no solo es un lugar de culto, como en las iglesias católicas. La decoración también invita a relajarse y crea un ambiente acogedor con alfombras de colores fuertes y lámparas enormes y bajas que crean un juego de luces en forma de espiral.
Desde la mezquita a la iglesia de San Jorge en el barrio de Fener, sede del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, que es la sede de la Iglesia ortodoxa y de hecho, para los ortodoxos es como el Vaticano para los católicos. La iglesia es rica de pinturas iconográficas, oro y reliquias sagradas. Para terminar la ruta en estos barrios pocos conocidos es recomendable hacer una parada en una de las siete colinas de Estambul, en el barrio de Balat al Museo Chora, antigua mezquita y antigua iglesia con hermosos mosaicos y pinturas murales que valen el precio del billete.
La parte más turística de Estambul es sin duda Sultanahmet. Hagia Sophia, también llamada Santa Sofía, no es ni mezquita ni iglesia. De hecho fue declarada museo para no descontentar ni a cristianos ni a musulmanes. Santa Sofía de Estambul es impresionante: antigua basílica cristiana fue conquistada por las tropas musulmanas, que pero, ante tanta belleza, decidieron no destruirla como hacían con todos los edificios religiosos de la confesión “enemiga”. La convirtieron en una mezquita y la modificaron añadiendo los minaretes, que a día de hoy aún caracterizan su silueta. Ahora, como dicho, es solo museo. Por dentro es realmente espectacular: la cúpula enorme, los mosaicos cristianos, los caracteres árabes… Hagia Sophia es sin duda de los mejores ejemplos de la fusión y del solapamiento de dos culturas, la cristiana y la musulmana. Santa Sofía es una de las visitas imprescindibles en vuestra escapada en Estambul. Este barrio es también uno de los mejores para buscar alojamiento, donde encontrar la mayoría de los hoteles recomendados en Estambul.

Al otro lado se encuentra el otro edificio más conocido de Estambul: la Mezquita Azul.
Entre los dos edificios hay una gran explanada desde la cual se puede admirar la belleza de ambas edificaciones.
La Mezquita Azul es también magnífica e imponente. Al entrar en la Mezquita Azul también eres rodeado por la atmosfera acogedora y sagrada típica de las mezquitas aunque aquí las sensaciones son menos fuertes, quizás debido al hecho que hay mucha más gente. Lo que sí es fuerte es el olor a pies de los miles de visitantes descalzos…:) Esto no quita que el espectáculo sea impresionante: los mosaicos azules que dan el nombre a la mezquita le confieren también una luz especial, las columnas en forma de palmeras sube hasta el techo replicando las formas de la naturaleza. Cerca de las mezquitas hay también dos obeliscos, uno romano y otro egipcio.

Cuando visites el Palacio de Topkapi, con sus jardines , el harén y las distintas salas te parecerá estar en la historia de las mil y una noches, o en el palacio de Jasmine, la princesa Disney, esperando a que aparezca Aladino en la alfombra voladora de en cualquier momento. Los miles de azulejos de colores son los mejores en este palacio, desde el cual también, gracia a su terraza con vistas al Cuerno de Oro, se puede disfrutar de una panorámica fantástica.

Y a pocos metros de Santa Sofía encontramos otra de las atracciones turísticas de Estambul de más impacto: la Cisterna Basílica, un antiguo depósito de aguas subterráneos (uno de los muchos de Estambul) cuyo atractivo es creado sobre todo por las columnas alineadas en el agua e iluminadas por luces rojas que crean un efecto espeluznante, que a muchos les hace pensar en el infierno, tanto que el famoso escritor Dan Brown, tras visitar este lugar, decidió ambientar aquí parte de su última novela, llamada justamente “Infierno”.

Y si es verdad que Estambul es una ciudad muy grande, también es verdad que los principales lugares de interés de Estambul están muy próximos entre sí y se agrupan caso todos en la zona de Sultanahmet, por lo que es fácil de organizar una visita a este barrio.
Si te gusta ir de compras, Estambul también es tu ciudad. Hay infinidad de posibilidades para ir de compras en Estambul, pero lo más típico es visitar el Bazar de las Especias y el Gran Bazar. Te sentirás abrumado por los olores y los colores que captarán todos tus sentidos y de repente te encontrarás en una tienda regateando por un pañuelo de seda, por una colorida lámpara, por unas especias olorosas, por un té perfumado… Paseando te cruzarás por la zona de las tiendas de los vestidos de novia, la zona de los zapatos, la de las sombrillas… todo está separado en forma sectorial, en base al producto que se vende. El limpiabotas, la parada con las bolsas de tabaco y la tienda de kebab estarán presentes en todos los rincones.

Y si con estos mercados no tenemos suficiente, siempre podemos recorrer el camino que va desde la plaza de Taksim hasta la Torre de Gálata. Aquí encontrarás tienda de ropa, bares, tiendas de recuerdos, vendedores de castañas asadas … Al llegar a la Torre de Gálata hay que subir hasta la cima, sobre todo al atardecer, desde donde se obtiene una vista de 360 grados de toda la ciudad, desde el Cuerno de Oro hasta el puente del Bósforo.

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